Interior radiografía a todas las bandas moteras e identifica a cinco como
muy peligrosas.
El ministerio del Interior reconoce que son ya una amenaza por su creciente implantación en
nuestro país. La Guardia Civil ha identificado casi 80 de estos grupos, aunque son muy pocos los
pueden ser considerados "organizaciones criminales internacionales". Los Ángeles del Infierno
siguen siendo los más importantes y son "ya una empresa, una marca" con fuertes
conexiones con el crimen organizado. Los servicios de información también detectan en nuestro
país dos bandas de origen holandés: 'No Surrender' y 'Satudarah'.
Más de 70 emblemas, uno detrás de otro, ilustran el extenso informe que los Servicios de Información de la Guardia Civil (los mismos que luchan contra ETA y la amenaza 'yihadista') han elaborado sobre las bandas moteras asentadas en España. "Una
amenaza creciente, y nosotros trabajamos sobre amenazas", señala un oficial de la unidad encargada de investigarlos. El ministerio del Interior tiene ya a estos grupos bajo lupa. Es el "momento propicio para incrementar la actividad policial preventiva y de investigación sobre ellos aprovechando su estado incipiente de implantación en nuestro país", señala Interior. Europol asegura que el número de estos "clubes de motoristas" (así los define) ha aumentado en Europa "a un ritmo significativo desde el año 2010".
Europol ha detectado incluso la llegada a Europa de nuevas bandas desde Canadá y Australia. "El principal motor de expansión de estos clubes se prevé que pueda ser el deseo de aumentar su participación en determinados mercados delictivos, mediante la
creación de delegaciones en lugares estratégicos, por ejemplo, a lo largo de las rutas de tráfico de drogas y de seres humanos",
reza un informe de Europol.
España está entre las principales rutas del tráfico de drogas y de seres humanos. Por eso, la Guardia Civil ha identificado a la gran mayoría de bandas asentadas en España, desde los pequeños grupos de moteros españoles hasta las grandes bandas de otros países europeos que extienden sus ramificaciones en nuestro país. Aunque el dossier con el que ya trabaja Interior contiene el nombre de casi 80 bandas, "no más de cinco son las realmente peligrosas", señalan en la Guardia Civil, las que realmente constituyen un grupo criminal organizado con un amplio abanico de actividades delictivas: extorsión, agresiones por encargo, tráfico de drogas, prostitución, blanqueo de capitales e incluso tráfico de armas. "Algunas son grupos delincuenciales internacionales", las definió el año pasado en el Congreso el Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Grupos muy jerarquizados que se distribuyen geográficamente en capítulos y que saben que "su fuerza se mide en su número y en su dominio territorial". Ángeles del Infierno, Bandidos y 'Outlaws' (estos tres son los más importantes en Europa, con más de 400 capítulos), 'No Surrender', 'Satudarah', 'Gremiun', 'Pawnees', 'Rebels'... ruedan sus motos por las calles españolas. Las bandas se organizan en capítulos y están muy jerarquizadas En España, las bandas más importantes, las que proceden de Alemania, EEUU, Holanda o Reino Unido, se asientan en nuestro país creando capítulos y absorbiendo grupos más pequeños de origen español. "Estas bandas pequeñas saben que se suman al pez más grande o acaban desapareciendo". Y es que la fuerza de un grupo radica en la cantidad de miembros, distribuidos en tres categorías: 'full', miembros de pleno derecho; 'prospect', candidatos; y simpatizantes. Por encima está la cúpula: presidente, vicepresidente y tesorero, este último uno de los puestos más importantes y con más responsabilidad. "En las grandes bandas los jefes suelen ser extranjeros". Muchas buscan alianzas, para intentar controlar más territorio, pero muchas veces hay escisiones y enemistades declaradas. Por ejemplo, Satudarah, de origen holandés, se asentó en Cataluña, Madrid, Galicia y Andalucía. "Su implantación como banda ha estado acompañada del establecimiento de negocios lícitos en diferentes sectores como la hostelería, el motor o la mecánica, así como el mercado inmobiliario que permite camuflar entramados para dar opacidad a los beneficios con las actividades ilícitas cometidas en Holanda". Los conflictos internos en Satudarah propiciaron una escisión en 2013 de un nuevo grupo llamado No Surrender, con unos 150 miembros en España. En su web aseguran que tiene un capítulo en Málaga. Bandidos y Ángeles del Infierno, los dos de origen estadounidense con capítulos en España, son enemigos declarados.
Los Ángeles del Infierno, una empresa.
'Outlaws', de origen británico, está fuertemente asentada en Galicia y lleva ya un par de años intentando expandirse por el resto de la península. En junio de 2012, cinco de sus miembros a punto estuvieron de matar en Oviedo a un miembro de una banda rival. Querían iniciar una especie de "reconquista del norte" que finalmente no fraguó. Le agredieron con bates de béisbol y martillos. Miembros de esta banda están asociados al movimiento neonazi. "Muchos miembros de distintas bandas pueden tener ideología neonazi, pero las bandas de moteros no se mueven por la ideología, sino por el dinero y el poder", explican en la Guardia Civil. El objetivo de todas las bandas es desbancar al número uno, el rey, los Ángeles del Infierno. "Ya no son una banda, son una empresa, una marca. Solo ellos pueden usar el rojo y el blanco, los colores de su emblema. Están asentados en muchos puntos de España, su sede principal está en Barcelona". Tan famosos, tan importantes, que incluso la cantante Shakira utilizó miembros reales de esta banda para grabar uno de sus videoclips en Barcelona. Y con tanto poder que incluso se atreven a denunciar al diseñador Alexander McQueen por utilizar sus símbolos. Dentro de los Ángeles, por ejemplo, están prohibidas las motos de marcas japonesas; solo Harley o Indian. En España, muchos de los Ángeles más veteranos proceden de otra banda autóctona: los Centuriones.
Son los más famosos, pero también los más peligrosos. Su lema: "Cuando hacemos el bien nadie se acuerda de nosotros. Cuando hacemos el mal, nadie lo olvida". En abril de 2009, una operación conjunta de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil acabó con la detención de 22 de sus miembros en Cataluña, que habían formado "una estructura paramilitar dedicada al tráfico de drogas y la extorsión". En agosto de 2010, participaron en una multitudinaria pelea con otra banda rival de menor perfil, los 'Gremium'. En la pelea se utilizaron hasta catanas. En septiembre de 2013, cuatro de sus miembros fueron detenidos en Pontevedra cuando intentaban introducir en España media tonelada de cocaína. Pero el golpe policial más importante contra esta banda del cráneo alado se produjo en julio de 2013: 25 detenidos en Palma de Mallorca. Allí cayó Frank Armin Hanebuth, exboxeador de 39 años, un tipo de más de dos metros y 120 kilos. Era el presidente de los 'Ángeles del Infierno' en Europa. Había huido de Hannover, en Alemania, donde el Parlamento de Baja Sajonia había iniciado un proceso judicial contra ellos. En Mallorca compraron una finca de 14.000 metros cuadrados en el municipio de Lloret. La operación de Palma, fruto de una investigación conjunta de España, Alemania, Holanda y Austria, revela hasta qué punto estas bandas se han convertido en organizaciones criminales internacionales
Las bandas holandesas En Palma, controlaban tres clubes de alterne y preparaban la compra de más locales para seguir explotando mujeres. En Palma también blanqueaban dinero de sus negocios ilícitos en Turquía, donde tenían fuertes conexiones, y estaban ideando la construcción de un casino en Marruecos. En Mallorca habían constituido uno de los capítulos más peligrosos de Europa, y traficaban también con drogas y coches de lujo. La Guardia Civil señala que los grandes rivales ahora en España de los Ángeles del Infierno (aunque se debe decir Los Ángeles de los Infiernos) son las dos bandas de origen holandés 'No Surrender' y 'Satudarah'. "En Holanda el 80% de sus miembros tienen antecedentes policiales". Incluso ya se ha detectado a miembros de los 'No Surrender' combatiendo junto a los kurdos contra el grupo terrorista islámico ISIS. No obstante, los Servicios de Información de la Benemérita destacan que no se debe generalizar. Obviamente, no todos los miembros de las bandas moteras son delincuentes ni participan de las actividades delictivas que practican algunos de estos grupos. "La cúpula siempre tiene un grupo de confianza. No todo el mundo vale ni puede". Para identificar a los más malos, vale con echar un vistazo a su chalecos, chaquetas de cuero o motos. Los que llevan un distintivo del 1% anuncian públicamente que van en contra de las normas y del sistema. Esta marca data de 1947, después de unos gravísimos incidentes provocados por jóvenes moteros en un pueblo de California. Entonces, el presidente de la Asociación Americana de Motoristas tuvo que decir que "el 99% de los motoristas americanos son honestos". El resto, el 1%, está fuera de la ley.